sábado, 11 de octubre de 2008

Un día español

Un día muy, muy ocupado. ¿Sabéis que el próximo domingo es el Día de la Hispanidad? Pues como cae en domingo y hacer fiesta un domingo no es correcto, aquí se celebra hoy. En la embajada española, se entiende. Nos hemos pedido el día libre, y nos hemos ido para allá. Yo, con retraso, porque, como buen español que soy, se me olvidó la entrada en casa, y cuando ya estaba yendo a recogerla un amigo me recomendó que llamara a la embajada, donde me dijeron que pasara de la entrada y que fuera. Si es que ser español está muy bien, caramba. Total, que hemos disfrutado hablando en español como nunca desde que estamos aquí, y probablemente por última vez mientras estemos aquí. Hemos comido cosas españolas, conocido residentes españoles en Japón, intercambiado anécdotas...


...y visto cosas tan peregrinas como ésta:


Luego de la embajada nos han dicho los compañeros del centro que había algo relacionado con el kendo preparado para esta tarde, así que algunos nos hemos ido para allá. Esperábamos una de las habituales charlas paliza, pero en lugar de eso nos han llevado a una especie de gimnasio cercano al centro donde hemos asistido a una clase de kendo para niños. Nos han explicado que el maestro estaba dispuesto a hacernos un precio especial si queríamos ir: clases todos los viernes por 500Y el primer mes, y 1000Y los siguientes. Un regalo, como veis, pero a eso habría que sumar el precio de todo el material, así que me lo estoy pensando.


De todas formas, la clase ha sido muy interesante: hemos visto practicar a niños de entre 6 y 12 años, y lo hacían mucho mejor que nosotros. Sí: en un momento dado, uno de los profesores nos ha llevado a un aparte de la clase y nos ha dado unos cuantos shinais para que nos vayamos turnando haciendo algunos de los movimientos de kendo, como el golpe a la cabeza o el toque para apartar la espada. No me ha salido demasiado mal, pero me ha hecho recordar los buenos tiempos. Ay, cómo echo de menos las clases de aikido. Sí, a LOS de la clase de aikido también os echo de menos, tontorrones. Por cierto, el otro día encontré un grupo de aikido que da clases gratuitas todos los sábados. Tendré que probarlo, a ver cómo hacen el indio por aquí.

Humor: combativo. Un arma: el bokken.

PS: Mañana será un día especial, ya veréis por qué.

jueves, 9 de octubre de 2008

Oishii da yo!

Bueno, parece que ya nos hemos acostumbrado al ritmo de la nueva clase, porque no sólo no ha sido tan cansado como ayer, sino que nos hemos partido de risa. Pero bueno, lo primero es lo primero, como dijo alguien, y os prometí algunas fotos de mi nuevo lugar de trabajo.



Como veis no es nada del otro mundo. Si no fuera por los carteles y por la pinta de la gente, podría ser España. En fin, que lo que ha sido la case ha sido mucho más llevadera que la de ayer: nos hemos enterado de todo, hemos practicado muchísimo, y hemos tenido una clase de recuperación al final en la que nos hemos partido de risa, por dos razones: porque nuestra profesora de esas clases es una cachonda, y porque cada dos por tres nos hemos puesto a hablar en "japonés informal", y parecíamos personajes de manga. O yakuzas, según algunos.


Aquí tenemos a Bolek, un compañero polaco, dando una clase magistral.


Y aquí le tenemos presentando uno de sus últmos trabajos de japonés avanzado.

Cuando hemos salido a comer, a Filippo y a mi no nos apetecía comer en el Yoshinoya (el restaurante de comida rápida de por aquí), así que nos hemos ido a explorar. Hemos encontrado varias cosas: un par de restaurantes decentes en los que comer por 500Y, una callejuela con tiendas de ropa y cosas raras, y una frutería que visitaré a menudo. Además, en la misma frutería me he llevado una sorpresa al encontrarme con una cosa que llevaba años queriendo probar, que he visto en cientos de mangas y animes y que no había encontrado hasta ahora en ninguna parte. De hecho tendré que seguir buscando, porque encontrar esto en un supermercado no tiene mérito: quiero encontrar un puesto callejero de esto. Me estoy refiriendo al Taiyaki, un ¿dulce? con forma de pescado. De hecho, lo tengo delante ahora mismo. Voy a ver qué tal está, que tengo hambre...


Jolín, si está así de bueno comprado en supermercado, a lo cutre, no quiero ni imaginarme cómo tiene que estar calentito y recién hecho. Resulta que es una cubierta parecida a un bizcocho rellena de pasta de anko. El anko, para los que no lo sepan, son unas judías rojas con las que se suelen hacer dulces en Japón. En serio, suena asqueroso, pero está buenísimo.

Cambiando de tema, hoy tengo una historieta que contar. Resulta que Emilio, uno de los compañeros vulcanianos, se fue el otro día a comer por ahí con una chica española que lleva 30 años viviendo en Japón, casada y todo. En fin, se metieron en un restaurante y el camarero, dueño o lo que sea les salió al paso para recibirlos, como se suele hacer aquí. Si vais a cualquier tienda japonesa os recibirán con un "Irasshaimase", que significa "bienvenido", pero las palabras de este hombre fueron algo así como: "Irasshai... GAIJIN DAME!". "Gaijin" es un térrmino despectivo que se usa con los extranjeros, y "dame" es una palabra muy muy japonesa que significa algo así como "prohibido" o "no puede hacerse". Como os podéis imaginar, lo que significa la frase es que, en cuanto vio que eran extranjeros, les quiso echar. La chica, que después de 30 años sabe más japonés que los propios japoneses, se dirigió a él hablando en un correctísimo keigo (el estilo usado para referirse a alguien superior a ti), le explicó que llevaba 30 años viviendo en Japón, que le parecía una grosería por su parte y algunas otras cosas que resultaban tremendamente avergonzantes para el tipo del restaurante, pero que son intraducibles. Evidentemente no se quedaron a cenar allí, pero en los minutos en los que ocurrió todo esto se organizó un corrillo de gente bastante curioso. Emiliio me ha dicho que me va a pasar fotos del momento, y la verdad es que estoy deseando verlas. Para que luego digan de los japoneses y su hospitalidad. Seamos realistas: Japón es como cualquier otro sitio, con su ración de gente decente y su ración de gente imbécil.

Humor: con forma de pescado. Una serie anime: "Kanon", de Visual Arts.

miércoles, 8 de octubre de 2008

KURASU wa SHOKKU... ja nai

Primer día de clase en la escuela de japonés. ¿Resultado inicial? Gran decepción. Me explico.

Con el cambio de escuela vienen algunos otros cambios, y vamos con el primario que es un cambio de escenario. Para empezar, tardo "sólo" una hora y poco en llegar. Cuando les he dicho a las profesoras (sí, aún no he visto ni un sólo profesor varón) dónde vivo, me he sorprendido porque es la primera vez que no me sueltan el típico "Tooi, desuneeeee" (significa algo así como "Qué lejos, ¿verdad?"). El barrio en el que está la escuela está bastante bien, siempre y cuando no te metas en callejuelas, pero es que nuestra escuela está en medio de una callejuela que hay en medio de otras callejuelas, así que las inmediaciones no es que tengan muy buena pinta, y menos en un día tan nublado como ha hecho hoy. Filippo está tristísimo porque le gustaban mucho más las tiendas de comida que había junto a nuestra otra escuela, pero bueno, ya veremos lo que encontramos cuando exploremos un poco.

El edificio en sí está bien, pero tiene un defecto importante: las instalaciones están repartidas entre los 7 pisos que tiene. En el 1 (la planta baja) hay un aparcamiento para bicis y un comedor de colegio. Imaginaos un comedor de colegio, hacedlo más pequeño (como para unas 20 personas) y tenéis el nuestro. En el segundo piso no hay nada para nosotros. En el tercero tenemos una zona con 4 ó 5 ordenadores, una fotocopiadora (que hay que pagar por usar) y la única fuente de agua del edificio. A partir de mañana me toca llevarme el botellín. Luego, en la 4ª planta está la zona de profesores y la sala de estudio personal, donde nos vamos a estudiar por nuestra cuenta. Además, en esta planta es en la que tenemos que fichar cada día. En la quinta están los aseos. Sí, como lo leéis: no hay aseos en todas las plantas. No para nosotros, al menos. Planta 6, clases ajenas. Planta 7, más clases, incluida la nuestra. Todo super agobiante y deprimente, es como estar internado en una casa de muñecas. Al menos la clase es mejor que la que tenían antes los que llevan un mes aquí: me la enseñaron, y era una mini-habitación con mesas de esas con pupitre incluido. Ahora tenemos mesas grandes. Toma lujazo.

En fin, vayamos a la parte interesante: las clases. Bueno, no nos hemos sentido totalmente descolocados, aunque probablemente se deba a que han bajado bastante el ritmo en nuestro honor. Mientras no cabreémos demasiado a los sempais con nuestra patente ignorancia, supongo que la cosa irá bien. Aparte de eso, yo me he sentido muy a gusto en la clase: intensa, completamente en japonés, pero de un nivel adecuado. En gramática ando al día, pero con mucha falta de práctica; en kanjis voy más o menos al día; y en lectura y comprensión tengo que echar mano del diccionario cada dos palabras, pero aprendo muchísimo. ¿Compensa? No lo sé, os lo diré cuando lleve unos cuantos días.

Humor: Ligeramente decepcionado. Una serie: Suzumiya Haruhi no yuuutsu.

PS: Cuando haga buen día sacaré fotos del cole, tranquilos.

martes, 7 de octubre de 2008

Pues mira por donde...

Bueno, a ver por donde empiezo... vale, como siempre, por el final. Me voy a la escuela avanzada. Aplausos, por favor.

Gracias. Os cuento cómo va la cosa: hoy nos han dado los resultados del examen de ayer. 133 sobre 200. Una basura, como comprenderéis, pero parece ser que ha sido suficiente, porque después de tres horas de repaso de la lección 4 del libro de gramática (en la otra escuela ya han acabado la 6), nos han ido llamando uno por uno a los de la clase, nos han preguntado si queremos ir a la otra, y a los que hemos dicho que sí nos han dicho que mañana a las 9:30 en Akiba, digo en Naka-Okachimachi, a una parada de distancia de Akiba (y dale con Akiba, es que no sé hablar de otra cosa). En fin, mañana me levantaré tempranito, renovaré mi pase de metro con las nuevas direcciones, y me prepararé para la mayor salvajada idiomática que habré sufrido en mi vida: clases enteras de japonés avanzadísimo (para el nivel que tengo yo, es avanzadísimo) junto a gente que nos saca dos cabezas en todo lo relacionado con el idioma...

Jo, lo estoy deseando.

Por cierto, para celebrarlo nos hemos ido algunos a Akiba (sí, sí) y me he gastado 7 euros más en muñecos. Jo, es que no se me puede dejar suelto. Y a partir de mañana lo voy a tener peor, porque pienso sacarme el pase de metro hasta Akiba, por supuesto. Madre mía, qué mal... Y la NDSi a punto de salir, y la PSP-3000, y...

Humor: demasiado bueno para mi propio bien. Una canción: "Still Alive", el tema de "Portal".

lunes, 6 de octubre de 2008

Vuélvete a tu país, so lerdo

¿Exceso de autoestima? ¿Ganas de comerse el mundo? ¿Crees que nada puede contigo? ¡Tenemos la solución! ¡ExamenDeJaponés(tm), patentado y probado por los mejores expertos en hacerte sentir como una piltrafa! ¡Pruébelo! ¡Se arrepentirá!

¿Hace falta decir más? El examen me ha salido fatal (según mis propios estándares, claro): primero nos han hecho la parte de kana y kanji, y (shame on me) se me han olvidado algunos katakanas. Me siento sucio por dentro, en serio. Hasta mis primitas habrían hecho mejor esa parte que yo. Y encima la parte de kanji, que me pasé toda la tarde de ayer estudiando, se ha reducido a una miseria miseriosa de una página escasa, totalmente básica y cutre que me he ventilado en un par de minutos escasos.

Luego hemos tenido la parte de gramática, en la que mis conocimientos han brillado por su ausencia: no sólo me he dejado 2 ó 3 preguntas sin contestar, sino que estoy seguro de haber tenido tropecientos fallos. Y es que han ido a mala idea: han mezclado malvadamente y sin compasión todas las estructuras que nos sabíamos y que no nos sabíamos en un amasijo de preguntas bordes y traicioneras. Por favor, si hasta nos han puesto una pregunta sobre la docena de verbos que los japoneses usan para decir que llevan puesto algo. Sí, señores: tienen verbos diferentes para decir que llevan puesto un sombrero, unas gafas, una camisa o un reloj. ¿No son un encanto?

Y por último, en la parte de lectura y comprensión, nos han asustado con un texto dificilísimo sin molestarse en avisarnos de que luego había otros dos textos más fáciles por los que podríamos haber empezado para no perder tiempo. Como tiempo material no había, he seguido el método tramposo: he mirado los kanjis que había en las preguntas y los he buscado en el texto, me he leído esa parte y he contestado a las preguntas como mejor he podido. Los otros dos textos, ya os digo, eran más sencillos: uno trataba de ordenar una conversación que parecía un regateo entre cliente y vendedor, y la otra era un texto larguísimo pero superbásico con el que no he tenido ningún problema. Para que os hagáis una idea, la respuesta a una de las preguntas era (a menos que me equivoque) Mickey Mouse.

En fin, resumiendo: contestar, he contestado casi todo, pero no creo estar a la altura de lo que se necesita para pasar al siguiente nivel. De todas formas aún tardarán un par de días en darnos los resultados, tiempo que emplearemos sabiamente redactando un informe sobre nuestras andanzas en tierras niponas durante el primer mes. Sí, tenemos que escribir un informe mensual. En japonés. Por si no hubiera tenido ya bastante por hoy. En fin, ya me pondré después de cenar, que ahora estoy muerto.

Porque el examen no ha sido todo, claro: como el examen han sido solo un par de horas (escasas: en realidad ha sido hora y media) luego hemos seguido con la clase normal. Sobra decir que nuestro nivel de atención (vale, el mío) estaba bajo mínimos. Entre eso y que he dormido unas 4 horas efectivas (jerga de ingenieros, significa que es como si hubiera dormido eso, aunque haya dormido 9), necesito una cena caliente y una vida nueva, al menos hasta que mi cerebro vuelva a funcionar como es debido.

Humor: nihongo. Una definición: Estudiar = Hacer un esfuerzo poderoso.

domingo, 5 de octubre de 2008

Sin tele y sin cerveza Homer pierde nosequé y nosecuántos...

Kanjis. Gramática. Libros. Vocabulario. Aburrido. Aburrido. Aburrido.

En serio, qué ganas tengo de que pase ya el examen de mañana. Aprobar voy a aprobar seguro, pero ya he llegado a un punto en el que me da lo mismo que me cambien de clase o no: sólo quiero acabar con el rollo éste. En fin, lo bueno es que, pase lo que pase mañana, no voy a tener que volver a darme esta panzada de estudio nunca más. O eso espero.

En fin, hoy no he hecho nada que os pueda interesar, como imaginaréis, y mañana tendré un día duro, así que no me apetece ponerme a escribir mucho. Sólo una anécdota: el viernes, cuando volví temprano a casa para prepararme para la fiesta, me encontré con un espectáculo que a mí, personalmente, me encantó. Igual a alguno os da miedo, pero os lo enseño de todas formas.


Son pájaros. Cuervos, para ser exactos. O seo creo. El caso es que son cientos, volando a no más de 20m de altura a lo largo de toda la calle principal de Kasukabe. Había 4 ó 5 bandadas como la que veis en la foto. En esa calle siempre hay un ruido tremendo de graznidos, pero nunca había visto a los pájaros. En este momento entendí por qué: se quedan en la misma cumbre del árbol, nunca por en medio. Pero, en serio, no me esperaba que hubiera tantos. Y mucho menos me esperaba encontrármelos a todos haciendo piruetas a la vez.

Por hoy se acabó, que tengo qué hacer. Mañana os doy noticias del examen, que igual a alguno le interesa. Un abrazo.

Humor: aburridoooo... Una palabra: Shunkashuutou.

sábado, 4 de octubre de 2008

PAATII e ikou!

Bueno, la fiesta de anoche (o de hoy, como queráis) fue realmente interesante. Como ya sabréis, lo que pasa en una fiesta se queda en la fiesta, pero hay algunas cosas que puedo compartir con vosotros.

Para empezar, no sé qué sabréis de Roppongi. Yo suelo ir a los sitios sin saber nada de ellos de antemano, así que todo lo que sé es lo que he visto: unas cuantas calles llenas a rebosar de discotecas, combinis, cabarets, salas de juego... en fin, cualquier cosa que alguien pueda desear para pasar una noche loca, está ahí. Es... cómo decirlo... una mezcla exótica de Mónaco y las Vegas metido en una prensa hidráulica para que quede todo compacto, al estilo japonés. Algún día tendré que pasarme por ahí durante el día y sacar algunas fotos, a ver si cambia respecto a la noche. Supongo que, como la mayoría de esta clase de sitios, por el día estará dormido, pero será interesante.

El sitio en el que pasamos la noche era... vaya, era muy japonés. Al final os vais a cansar de que le dé este adjetivo a todo, pero bueno, me explico: muy bonito por fuera, muy pequeño por dentro, pero así y todo muy agradable. A ver si puedo profundizar un poco más sin que parezca que me contradigo: si vas andando por Roppongi las calles son medianamente anchas, pero las aceras parecen estrechas porque pasa muchísima gente. El local al que fuimos no estaba en la calle principal, sino en un callejón pequeño y tétrico, pero cuando llegabas delante del sitio, éste tenía una alfombra roja en la entrada y una cascada artificial en la fachada. Una vez más, lo siento, pero no hay fotos: ya las sacaré de otra gente, que Lucasz nunca sale de casa sin una cámara. En fin, cuando entrabas por la puerta bajabas una escalera de... no sé, parecía como un par de pisos de alto, y llegabas al local en sí. Como estaba rebosante de gente no puedo deciros cuánto medía, pero yo diría que la parte que vi debía rondar los 50m cuadrados. Había una barra, algunas mesas, un DJ bastante bueno, y cuando llegamos nosotros aún había música en vivo. Como he dicho, muy agradable: buena música (nada que ver con esa bazofia tecno con la que me bombardeaban en Praga), buen ambiente, algunas estrecheces, pero nada insoportable. Lo dicho, una muy buena fiesta, por la que ya nos encargamos en su momento de felicitar a los organizadores, los dos cumpleañeros.

Si es que es lo que tiene vivir en un sitio nuevo: conforme pasa el tiempo y te vas acostumbrando, te lo pasas mejor.

Humor: saltarín. Una canción: "Get Low", de Li'l John.

viernes, 3 de octubre de 2008

Shinde kudasai

¿Recordáis que hace un tiempo os hablé de mi insoportable profesora de los viernes? Ha vuelto, y con renovadas energías. No sólo habla rapidísimo y escribe fatal, sino que es... ¿cómo decirlo? Es japonesa. En su forma de enseñar. "Tomad, chicos, aquí tenéis escrito un diálogo de una página entre dos personas. APRENDÉOSLO". Sí, señora, una forma magnífica de enseñarnos japonés. Si aquella primera clase con ella fue aburrida, la de hoy no lo ha sido tanto, porque en apenas media hora pasamos del aburrimiento a las ansias asesinas. En fin, dejemos el tema.

Hablando de cosas más interesantes, hoy es el cumpleaños (¿qué diantres pasa en navidades?) de Filippo, nuestro español adoptivo. Además, mañana es el de Blanka, una de las polacas, así que hoy vamos a celebrar un cumpleaños doble: nos vamos a Roppongi a pasar la noche. Por eso estoy escribiendo a estas horas: me he vuelto a casa temprano, en parte para prepararme y en parte para poner distancia de seguridad entre la profesora y yo. Seguridad para ella, quiero decir.

Total, que hoy va a ser un día de descanso: ya estudiaré mañana. De todas formas, como lo prometido es deuda, os voy a mostrar un poco dónde vivo.


Esto es la calle principal de Kasukabe. De noche, porque casi nunca la veo de día. Os cuento algo sobre el sitio: mide unos 30Km cuadrados (Cartagena mide casi 400) y tiene unos 200.000 habitantes (aproximadamente los mismos que Cartagena. ¿Alguien ve lo que no marcha aquí?). Vamos, que es un pueblo superpoblado. Es pequeñito y agradable, porque no suele haber tantas aglomeraciones como en Tokyo, salvo en la estación, porque casi todo el mundo trabaja en Tokyo y por la mañana y por la noche la estación es intransitable. Ah, por cierto, la estación es ésta:


El japonés de delante no es que estuviera enfadado, es que es así. La ciudad, aunque es pequeñita, tiene de todo un poco: tiendas de ropa, de comida, supermercados, karaokes, algún que otro local de videojuegos, incluso tiene su propia calle dedicada a Love Hotels (si no sabes lo que son, no deberías estar leyendo esto). Además, en medio de la calle principal hay un pachinko gigante de varias plantas (ya explicaré otro día lo de los pachinkos, que tiene miga) con luces de esas que despiertan los instintos epilépticos de cualquiera.

Ah, y un detalle más: Kasukabe es conocido por ser el lugar donde viven los personajes de un par de series de anime bastante famosas. Una es tan famosa que hasta la conoceréis: Shin-chan.


La otra es menos famosa, pero ya me habéis oído hablar de ella antes: Lucky Star. De hecho, me enteré de que los de Lucky Star son de aquí después de llegar, y eso explicó algo que vi nada más llegar aquí. Resulta que nada más salir de la estación hay una cosa con cristales, en plan mini-museo, plantada en medio de la calle, tal que así:


Y si miras con atención, ves en su interior cosas como éstas:


Sí, son personajes de la serie. En serio, me encantan este tipo de detalles japoneses. Le alegran el día a la gente tan loca como yo.

Humor: asesino, pero se me va pasando. Un color: el azul.

jueves, 2 de octubre de 2008

Una conferencia interesante. Una y nada más

Otro día, otra clase... y por ser hoy, otra conferencia. La de hoy ha sido sobre la economía de Japón, y ha sido tremendamente interesante. Lo sé, "economía" e "interesante" no suelen ir juntas en la misma frase, pero el de hoy es un caso especial: nos han puesto delante al único japonés que sabe hablar inglés correctamente. El tipo ha estado trabajando en Francia durante bastante tiempo, hablando en inglés con todo el mundo, y supongo que el estilo europeo se le ha pegado, porque habla por los codos, no le importa que le interrumpan, y (atentos) cuenta chistes. En público. En inglés. Hoy ha sido un gran día, aunque sólo sea por esta chorrada.

Aparte de eso, el de hoy ha sido un día más: estudio, malas explicaciones aburridas sobre gramática, y mucho nervio en el ambiente por el examen del lunes. Ah, y una muestra más de la cutrísima organización japonesa. Os cuento: cuando ha acabado la conferencia nos han dicho que nos quedemos un rato más, y nos han contado que en época de tifones (o sea, ahora mismo) alguna vez ha pasado que corten las líneas de ferrocarril, así que nos han dicho que nos iban a dividir en grupos según dónde vivimos, y que se iba a elegir a un líder de grupo, que se encargará de llamar al resto del grupo si cortan los trenes, para avisar. Suena razonable, ¿verdad? Eso es porque no sabéis lo que han hecho de verdad: nos han dividido en grupos según la distancia a la que estamos del centro de estudios. O sea, que han puesto en el mismo grupo a gente que vive, por ejemplo, a 20km del centro, aunque sean 20km en direcciones opuestas. Bueno, esto es lo que dicen que han hecho, porque en realidad gente que vive en el mismo edificio han acabado en grupos diferentes, y Lara y yo formamos un grupo por nosotros mismos, pese a que ella vive a media hora del centro y yo a hora y media en otra dirección. Lo dicho, que no los entiendo.

Bueno, voy a estudiar un poco. Hoy no ha habido nada interesante, así que no hay fotos, pero he sacado algunas de mi barrio para animar un poco el fin de semana. Además, mañana tenemos cumpleaños, así que puede ser interesante. Ya os contaré. ¡Nos vemos!

Humor: Harto de estudiaaaaar... Un libro: Takushii.

PS: Alguno me ha dicho que si no te registras no puedes comentar. Una vez más, la culpa es de mi falta de interés por averiguar cómo funciona el rollo este, pero creo que ya puede comentar todo el mundo.

Mini-post

Os escribo mi primer post desde mi nuevo internet de pago. Qué le vamos a hacer, he claudicado. La red a la que me estaba conectando está oficialmente muerta, así que no me queda otra. De todas formas, 6000Y al mes es menos de lo que pagaría en España por una conexión así. El cacharrito en cuestión se conecta por un puerto USB y me deja conectarme esté donde esté, a 7.2Mbps. No está mal del todo, pero me gustaba más la anterior, que iba a sus 54Mbps (no, no me falta ninguna coma). En fin, hay que evolucionar.

Por lo demás, hoy han tocado un par de exámenes, me he comprado otro par de muñecajos, y algo que llevaba mucho tiempo queriendo comprarme: un tablero de Go portátil. Magnético. Chulísimo. Por 700Y. Cuatro euros. Y en España no lo encuentro por menos de 30. Toma ya.

En fin, como hoy he tenido conexión a internet en mi cuarto por primera vez en varios días, me he pasado el rato hablando por el Skype, con lo que se me ha hecho tardísimo (aquí ya es la 1 de la madrugada) y mañana tengo que levantarme a las 7, así que hoy se os hará corto el rollo. Eso sí, mañana pienso recuperar el tiempo perdido. Un abrazo, y hasta pronto.

Humor: hablador. En serio. Una jugada: la boca del tigre.