lunes, 9 de febrero de 2009

Onaji, onaji...

Todas las clases de aikido son iguales, está claro. Me explico: llevo yendo a clases de aikido desde hace algunos anos, siempre con el mismo grupo, y el año pasado practiqué con un grupo diferente por primera vez, en un curso. El cambio me chocó, porque era todo muy diferente, pero aprendí dos cosas: que el metodo de enseñanza de mi maestro es un tanto especial, y que no todo el mundo disfruta igual en una clase. Ayer fui a ver mi primera clase de aikido japonés, y encontré puntos en común tanto con mis clases normales como con las del curso. Y como a mí me gusta clasificarlo todo, voy a hablar de los distintos tipos de gente que se pueden encontrar en una clase de aikido.

- El novato: Es la persona que solo lleva practicando unos días o unas semanas, a veces algunos meses. Se define porque va inseguro, con miedo (por que le hagan daño o por hacerlo él), no se deja llevar, pero cuando encuentra el punto por el que coger a una tecnica se le iluminan los ojos y se vuelve muy energético. Potencial: mucho.

- El intermedio: Es el que lleva practicando entre meses y años. Casi todo el mundo encaja aquí (yo mismo), y se definen porque saben bastante, pero les falta mucho por aprender. Por la misma regla de tres, pueden explicar al que no sabe, pero siempre aprenden algo nuevo en cada clase, a veces algo sin importancia, a veces algo clave, y a veces del mismo novato al que intentan enseñar. Potencial: normal.

- El veterano: Es el que lleva el aikido en la sangre, practica en su casa, ha leido libros, y, como diria el fundador, "cada vez que se mueve, eso es aikido". Son gente capaz de dar una clase, y de darla bien, completa, sin prisas y explicando cuando es necesario, porque saben la razón de cada movimiento que hacen. Potencial: impredecible.

Entre estos tres grupos tenemos el grueso de cualquier clase, pero ayer me di cuenta de que hay ciertos tipos de gente que siempre están en todas las clases, en menor número, pero que resaltan tanto que se hacen notar.

- El rápido: Éste se mueve mas que una anguila, le sobra energía por todas partes, corre, salta, brinca y nunca se cansa. Las técnicas que hace bien, las borda. Las que hace mal, las destroza. Es mi tipo de persona favorito con el que practicar, porque te fuerza a hacer las cosas bien. Contra alguien que se mueve tanto, o haces bien la técnica, o no puedes con el. Potencial: con esfuerzo, muchísimo.

- El maestro involuntario: Un tipo especial de veterano al que no le gusta dar clase, pero que es capaz de explicarte hasta cómo se ponen las uñas de los pies, y por qué. Puede darte disertaciones enteras sobre filosofía y luego ponerse a hablar sobre su familia sin pestañear. Disfruta mas que muchos, y es muy fácil disfrutar con él. Potencial: el de un veterano, pero con más alegría.

- El duro: Este tipo se distingue porque, cuando te pones a practicar con él, se pone duro como una tabla y no deja que le hagan la técnica. Puede ser por falta de confianza, de elasticidad, de práctica... puede ser por muchas cosas, pero lo bueno es que es una fase por la que todos pasamos, así que sabemos que es tratable. Potencial: el que él quiera.

- El de Manacor: El nombre viene por un tipo que conocí en el curso del año pasado. Es un caso especial del tipo anterior: no deja que le hagan ninguna técnica, y lo hace a propósito. Lo que hace, cada vez que alguien practica con él, es no dejar que le mueva, consiguiendo que los novatos piensen que están haciendo algo mal, lo que le hace sentirse superior. En mi clase de España, por suerte, no hay ninguno de estos, pero el que nos encontramos en el curso era insufrible. Y algunos, cuando se ponen a practicar, encima lo hacen mal. Potencial: tiende a cero.

- El miraobras: De estos no he visto a ninguno en España, asi que me chocó verlos ayer. Había en la clase un par de tipos que no practicaban, se limitaban a mirar cómo practicaban los demas. No sé si sería en plan "soy demasiado bueno para practicar con estos" o mas bien "estoy demasiado viejo como para practicar con estos", pero creo que les vi hacer una tecnica en hora y media de clase. Incomprensible. Potencial: no tengo ni idea. ¡No practican!

Bueno, esto por lo que se refiere al aikido en general. Respecto a lo que vi ayer, la verdad es que me gustó bastante: gente de todos los niveles practicando juntos, mucho movimiento, risas de vez en cuando, y buen rollo en general (menos cuando el de Manacor estaba cerca, por razones obvias). En lo que se refiere a dar clase, hay una noticia mala, una buena, y una pésima. La mala es que la clase en la que estuve sólo la dan los domingos. La buena es que hay otro sitio en el que hay clases todos los días durante todo el día, y la diferencia de precio no es mucha. La pésima es que ir y volver varias veces a la semana me cuesta lo mismo que la cuota mensual. A pesar de todo, es menos de lo que pagaba en Tokyo por ir y volver todos los días a clase, asi que me compensa. Ya contaré mas detalles cuando empiece las clases. Nos vemos.

Humor del momento: Demasiado bueno. Una alternativa: Iaido.

domingo, 1 de febrero de 2009

L'otro día caminando...

Vaya fin de semana que llevo. No de malo, no: en realidad ha sido muy bueno, pero estoy rendido. Ayer salí de casa a las 10 de la mañana dispuesto a recorrerme todas las tiendas de cosas de segunda mano de mi ciudad, que estuve mirando en internet el día anterior. Estuve andando durante 3 horas, pero mereció la pena: encontré tiendas de videojuegos, de libros, supermercados, farmacias, peluquerías, parques, e incluso una tienda de bicicletas con algunas a menos de 5000Y. Alguna caerá tarde o temprano, desde luego que sí.





Después de dicha caminata, cogí un metro hasta Shinsaibashi, una zona comercial bastante céntrica de Osaka, donde seguí mirando tiendas mientras me iba acercando a mi objetivo final: el centro de residentes extranjeros de Osaka, algo así como un mega-centro de información para extranjeros que se quedan a vivir en Osaka durante un tiempo largo. Me buscaron librerías y lugares donde practicar Aikido e Iaido muy cerquita de casa, lugares que visitaré dentro de poco tiempo, y me regalaron un librito con información muy útil, en plan hospitales donde hablan inglés, qué hacer en caso de terremoto o tsunami, cosas así.




Después seguí andando hacia lo que creía que era Nipponbashi, la "zona friki" de Osaka que ya había visitado otras veces, para hacer tiempo hasta que Filippo saliera de trabajar, porque habíamos quedado para cenar. Sí, era sábado, pero los arquitectos son así de masocas, qué le vamos a hacer. El caso es que me perdí yendo a Nipponbashi, y encontré una calle donde lo único que había eran templos. Ya me pasaré otra vez de día, cuando pueda sacar fotos decentes, pero tenía muy buena pinta. Durante la cena, Filippo y yo decidimos el plan de hoy: al parecer, mi compadre italiano tiene un amigo en Kyoto que tenía la tarde libre hoy, así que el plan se decidió sólo. Ah, y Miki también se apuntó, por supuesto.

Total, hoy nos hemos pasado el día en Kyoto. Llegar ha sido sorprendentemente fácil, y barato: sólo me ha costado 500Y y una hora de trayecto, menos de lo que tardaba en llegar a mi escuela en Tokyo. Nos hemos llegado a una oficina de turismo cercana, hemos visto un par de templos, y hemos comido la mar de bien, y eso antes de encontrarnos con su amigo Shinnosuke. También nos acompañó un compañero ¿canadiense? del tal Shinnosuke, que al parecer está haciendo una estancia en Japón, y se quedará unos meses. Nos hemos pateado la zona, hemos practicado japonés e inglés, hemos comido sushi (¡muy rico!), y en general nos hemos reído mucho. A alguno os sorprenderá que hable bien de un japonés, despuñes de lo mucho que me meto con ellos a veces. Éste es especial: es un ex-Vulcanus in Europe. Eso destroza por completo toda la mentalidad japonesa, porque has visto cómo son las cosas fuera de la isla y aprendes a pensar por ti mismo. Lo dicho, ha sido muy divertido, tanto que espero repetirlo dentro de algún tiempo.








En otro orden de cosas, el viernes me hicieron una entrevista en mi compañía. Nada serio, símplemente a uno de mis compañeros de trabajo le he caído lo bastante bien como para que quiera comentarme las cosas en las que trabaja, seguramente en plan "estudio de mercado" para ver si su trabajo puede interesar en España. O eso, o necesita a alguien para practicar inglés, pero no importa: la verdad es que fue muy interesante, y me hace pensar que en realidad en mi empresa hacen cosas chulas, y no la chorrada que me han endosado a mí. En fin, lo que me interesa es aprender, y eso, desde luego, lo estoy haciendo.

Humor: maravillosamente reventado. Una canción: Kanojo ga Santa Klaus.