domingo, 1 de febrero de 2009

L'otro día caminando...

Vaya fin de semana que llevo. No de malo, no: en realidad ha sido muy bueno, pero estoy rendido. Ayer salí de casa a las 10 de la mañana dispuesto a recorrerme todas las tiendas de cosas de segunda mano de mi ciudad, que estuve mirando en internet el día anterior. Estuve andando durante 3 horas, pero mereció la pena: encontré tiendas de videojuegos, de libros, supermercados, farmacias, peluquerías, parques, e incluso una tienda de bicicletas con algunas a menos de 5000Y. Alguna caerá tarde o temprano, desde luego que sí.





Después de dicha caminata, cogí un metro hasta Shinsaibashi, una zona comercial bastante céntrica de Osaka, donde seguí mirando tiendas mientras me iba acercando a mi objetivo final: el centro de residentes extranjeros de Osaka, algo así como un mega-centro de información para extranjeros que se quedan a vivir en Osaka durante un tiempo largo. Me buscaron librerías y lugares donde practicar Aikido e Iaido muy cerquita de casa, lugares que visitaré dentro de poco tiempo, y me regalaron un librito con información muy útil, en plan hospitales donde hablan inglés, qué hacer en caso de terremoto o tsunami, cosas así.




Después seguí andando hacia lo que creía que era Nipponbashi, la "zona friki" de Osaka que ya había visitado otras veces, para hacer tiempo hasta que Filippo saliera de trabajar, porque habíamos quedado para cenar. Sí, era sábado, pero los arquitectos son así de masocas, qué le vamos a hacer. El caso es que me perdí yendo a Nipponbashi, y encontré una calle donde lo único que había eran templos. Ya me pasaré otra vez de día, cuando pueda sacar fotos decentes, pero tenía muy buena pinta. Durante la cena, Filippo y yo decidimos el plan de hoy: al parecer, mi compadre italiano tiene un amigo en Kyoto que tenía la tarde libre hoy, así que el plan se decidió sólo. Ah, y Miki también se apuntó, por supuesto.

Total, hoy nos hemos pasado el día en Kyoto. Llegar ha sido sorprendentemente fácil, y barato: sólo me ha costado 500Y y una hora de trayecto, menos de lo que tardaba en llegar a mi escuela en Tokyo. Nos hemos llegado a una oficina de turismo cercana, hemos visto un par de templos, y hemos comido la mar de bien, y eso antes de encontrarnos con su amigo Shinnosuke. También nos acompañó un compañero ¿canadiense? del tal Shinnosuke, que al parecer está haciendo una estancia en Japón, y se quedará unos meses. Nos hemos pateado la zona, hemos practicado japonés e inglés, hemos comido sushi (¡muy rico!), y en general nos hemos reído mucho. A alguno os sorprenderá que hable bien de un japonés, despuñes de lo mucho que me meto con ellos a veces. Éste es especial: es un ex-Vulcanus in Europe. Eso destroza por completo toda la mentalidad japonesa, porque has visto cómo son las cosas fuera de la isla y aprendes a pensar por ti mismo. Lo dicho, ha sido muy divertido, tanto que espero repetirlo dentro de algún tiempo.








En otro orden de cosas, el viernes me hicieron una entrevista en mi compañía. Nada serio, símplemente a uno de mis compañeros de trabajo le he caído lo bastante bien como para que quiera comentarme las cosas en las que trabaja, seguramente en plan "estudio de mercado" para ver si su trabajo puede interesar en España. O eso, o necesita a alguien para practicar inglés, pero no importa: la verdad es que fue muy interesante, y me hace pensar que en realidad en mi empresa hacen cosas chulas, y no la chorrada que me han endosado a mí. En fin, lo que me interesa es aprender, y eso, desde luego, lo estoy haciendo.

Humor: maravillosamente reventado. Una canción: Kanojo ga Santa Klaus.

3 comentarios:

Groo dijo...

Nada tío, comentarte que te sigo leyendo y que cuando acabe los exámenes me pondré al día. Me alegra saber que te lo estás pasando de puta madre. A ver si hablamos!!!

DrJones dijo...

Su novio es Santa Claus. Eso quiere decir que es gordo, viejo, y trabaja sólo un día al año. :D

Arreis O'Neil dijo...

Groo: Lo mismo digo. Si me quieres localizar en el Skype, ya sabes cómo ;)

DrJones: Todos conocemos ya la predilección de las chicas japonesas por las cosas caras. Lo que importa no es que sea gordo y viejo: lo que importa es que está forrado. ¿Cómo si no iba a mantener durante tanto tiempo una fábrica en mitad de la nada sin cobrar a nadie por sus juguetes?