viernes, 14 de agosto de 2009

Tema 3: las tiendas

En España, cuando se entra en una tienda, uno normalmente tiene un cierto camino que seguir. Entras por un lado, coges lo que quieras, y para salir tienes que pasar por caja. En Japón no. Nada más entrar en un supermercado te das cuenta de que falla algo. "¿Y si cojo la fruta, que está al lado de la puerta, y salgo por donde he entrado?" Sinceramente, en un día de mucho lío, dudo mucho que nadie te prestase atención, y aunque alguien lo hiciera, probablemente pensaría que tienes una buena razón para hacerlo. Y no pasa solo en los supermercados: tiendas de electrónica, de libros y de juegos exponen su mercancía en la calle, lista para que cualquier desaprensivo (dejad de mirarme así, por favor) se la lleve. En serio, uno de mis primeros pensamientos cuando llegué a Japón fue "madre mía, la que podría armar aquí un español con algo de mala leche".


Eso sí, los dependientes japoneses son la gente más solícita del universo. Nunca les verás con cara de "mira el pringao éste", ni te intentarán engañar en el precio, ni se sentirán superiores a ti por saber más que tú sobre modems o móviles. No, los japoneses son maleducados por razones diferentes, más concretamente por intentar ser demasiado educados. Por ejemplo, uno se acerca a un tendero, y le pregunta en perfecto japonés si tienen X. El tendero puede tener dos reacciones diferentes: la primera, normal en distritos comerciales, donde están acostumbrados los turistas, es atenderte de forma normal. La segunda, normal en todas los demás tiendas, es decirte "espere un momento, por favor" y correr a buscar a alguien que sepa inglés. A pesar de que tú le has hablado en japonés. ¿Qué queréis que os diga? Nos tienen miedo.

Humor: caluroso. Un juego: Perfect Cherry Blossom.

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