viernes, 9 de enero de 2009

...y en el trabajo

Hoy, como buen viernes que es, nada mejor que hablar del trabajo. Sé que muchos os estaréis preguntando cómo se trabaja en una empresa japonesa. Bueno, os lo diré en pocas palabras. En muy pocas. De hecho, sólo en una. ¿Que cómo se trabaja? Mucho. Y ahora, la respuesta larga.

Llevo 3 días trabajando en Sanyo Electric, en Osaka. En el planning que me dio la empresa hace algún tiempo, figura que tengo un mes para hacerme una idea de cómo funciona el programa con el que voy a trabajar. Bueno, conseguir eso es tan complicado que puede que incluso me falte tiempo. No porque el programa sea complicado, no, no... es porque toda la documentación está en japonés. Por amor de Dios, hasta los comentarios del código fuente están en japonés. Será mejor que me ponga a estudiar de verdad si quiero conseguir algo...

Bueno, quejas aparte, la forma de trabajar en mi puesto es muy agradable: la gente es muy maja (aunque siempre hay excepciones), y aunque son bastante fríos con el extranjero nuevo que aún no habla el idioma, hacen lo que pueden por ayudar. El problema es que, aunque seamos extranjeros, nos tratan como a japoneses. Me explico: ¿Recordáis que, hace tiempo, dije que el "jefe" de la beca nos comentó a un amigo y a mí que nuestras empresas eran muy tradicionales, y que seguramente tendríamos que hacer eso que hacen en la tele de hacer gimnasia en medio del trabajo, y todo eso? No era broma: se hace dos veces al día, por la mañana y por la tarde. Cada día, a la misma hora, empieza a sonar una musiquilla horriblemente pegadiza, y tenemos que levantarnos y hacer unos ejercicios de estiramientos: cuello, brazos arriba, brazos atrás, brazos abajo, saltitos. Repetir tres veces. Agitar bien y servir frío. En serio, es desconcertante, y a veces lo he pasado mal para no reírme en mitad del rollo.

Pero eso no es lo único, no: a lo largo del día, hay varios sonidos desconcertantes. ¿Conocéis la típica música de aeropuerto o de estación, la que ponen por megafonía antes de decir algo? Pues aquí la ponen para avisar de cuándo hay que salir a comer o al final de la jornada. Al volver de comer te ponen una música que parece una nana, que es justo lo que te pide el cuerpo después de comer. Y en ciertos momentos del día, que a mí me parecen aleatorios pero que tendrán su sentido, te ponen los cuartos de la puerta del Sol. Toma ya. Y, tras la nana, te vuelven a poner los cuartos y encienden una sección de las luces con cada cuarto. Porque las luces se apagan al salir, claro, y así y todo hay gente que vuelve antes y sigue trabajando a oscuras. Y digo "a oscuras" con toda la razón, porque tienen las persianas cerradas constantemente, haga sol o no, supongo que para que nadie mire fuera y se deprima pensando "qué buen día hace, y yo aquí encerrado".

Y he dejado lo mejor para el final: ayer, tras la comida, me cogen por banda y me dicen "tienes que presentarte ante el resto de la gente. ¿Lo haces hoy o mañana?". Bueno, cojo la opción más cercana a "nunca", que supongo que es "mañana". Total, que hoy, tras comer, me han puesto delante de toda la sección para demostrar lo mal que hablo japonés. Eso sí, lo he hecho sin prepararme nada, que es como se hacen estas cosas: me he puesto ahí y les he soltado una parida que me sonaba de haber visto en un anime, contándoles mis hobbies y que espero ser su amigo. Una de dos: o se han pensado que soy imbécil o que parezco un niño pequeño. Sinceramente, me da igual, por una razón muy sencilla: estar ahí me viene de perlas para aprender japonés. Nadie habla inglés. Hay un par de personas que lo chapurrean un poco (una de ellas, por suerte, es mi supervisor, que es un tío muy "salao", al menos en comparación con los demás), pero nada más. De ésta, o aprendo japonés o me hacen el vacío.

Humor: ligeramente vengonzoso. Una canción: La nana de Zelda.

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