jueves, 27 de noviembre de 2008

Escribiendo

Bueno, ayer tampoco había nada que escribir, ni ganas de escribirlo: mucho estudio, mucha conversación, mucho de todo. Y peor que se pondrá: ya hasta los profesores están concienciados del asunto del JLPT. Resulta que esas cosas que nos estaban enseñando en clase "fuera de programa", lo estaban haciendo porque entra en el JLPT. Vale, lo estamos viendo de pasada, pero hay que reconocer que entre eso y no verlo en absoluto, prefiero esto. Hoy hemos seguido con algo más de keigo, o más concretamente con el kenjougo, una especie de "gemelo" del keigo. Resulta que, mientras que el keigo se usa para enaltecer a la persona de la que se habla ("¿Qué desea el honorable señor para saciar su apetito?"), el kenjougo se usa para bajarse a uno mismo de nivel cuando se habla ("Esta despreciable rata de alcantarilla no merece tantas alabanzas, mi señor"). Lo malo es que es, desde mi punto de vista, mucho más complicado, por la misma razón que el katakana (las "mayúsculas" del japonés) es difícil: porque no se usa. Uno va a una tienda y le hablan en keigo, va a preguntar algo a una oficina y le hablan en keigo, va a la recepción de un hotel y ¡sí!, te hablan en keigo. Vamos, que para cuando te pones a estudiarlo, ya lo has oído por ahí varias veces. Pero nadie te habla en kenjougo, y nadie espera que les hables en kenjougo, así que, al menos en nuestro ámbito, apenas lo usamos. Bueno, aún tengo tiempo de aprenderme éso y más: ya caerá, ya...

Una nota a pie de página: ¿sabéis lo que es el shodou? Pues os lo explico: es la caligrafía japonesa. Seguro que alguna ves habréis visto a algún anciano japonés en la tele puesto de rodillas escribiendo caracteres gigantes con un pincel, ¿verdad? Bueno, pues hoy nos ha tocado a nosotros, aunque con mucha menos ceremonia: nos han llevado al comedor de la escuela, nos han dado papel y pinceles, y nos han dicho que escojamos un kanji y nos pongamos a escribirlo, hasta que nos salga bien. Con tinta de verdad y todo, no os creáis. Al principio pensaba es dibujar el antiguo kanji de "dragón", que me gusta mucho, pero luego, viendo que un kanji suelto quedaba soso, me decidí por algo que creo que mola mucho más.


Humor: escritor. Un arma: el bokken.

5 comentarios:

Unknown dijo...

¿Y qué kanji es al final?

Arreis O'Neil dijo...

Hay que ver, con lo divertido que es meterse en una página de kanjis y buscarlo por uno mismo... bueno, supongo que es muy rebuscado. En la página pone "Aikido", el arte marcial que suelo practicar y que tengo muchas ganas de volver a coger en cuanto me mude a Osaka.

DrJones dijo...

Lo ha desvelado muy pronto, yo que lo iba a decir ya! D:

Patri dijo...

Hola ¿que tal? cuanto tiempo sin comentar, aunque no significa que no lea todaas y cada una de tus entradas :D pero hacia mucho que no escribia Bueno pues eso muy chulo el dibujo ese

Miriam dijo...

Ya tienes hakama?