miércoles, 15 de octubre de 2008

Hanashitaidakedo, hanasenai...

Bueno, después de dos días sin actualizar, supongo que hace falta una explicación. La verdad, tenía una buena razón para no escribir estos dos días. Más aún: dos razones. La primera es que no he hecho nada. Nada interesante, se entiende: el lunes, que era fiesta, me lo pasé entero estudiando, y el martes... bueno, el martes pasaron cosas, que ahora os contaré, pero tampoco nada del otro mundo. La segunda razón era más poderosa: tanto un día como otro me los pasé hablando por el Skype hasta la 1 o las 2 de la mañana (de aquí). Sobran más explicaciones, ¿verdad?

Como ya os he dicho, el lunes fue un día terriblemente aburrido, si dejamos de lado el hecho de que me pasé por el Uniculo del que os hablé antes. En realidad, se llama Uni-Q-lo, que es un juego de palabras que parece juntar "único" y "low" (de "low price", bajo precio). Es una tienda de ropa en plan almacén: grande, ropa sin marca, barata, funcional. Encontré unas camisetas de manga larga que ya me iban haciendo falta, y un cinturón, porque aunque sigo teniendo "reservas" ya me había quedado sin agujeros en el que me traje. Sí, estoy adelgazando, aunque no sé cuánto porque no tengo dónde pesarme, pero se nota. El uni-Q-lo ese estaba en unos grandes almacenes tipo europeo, de esos con varias plantas y un montón de tiendas en cada planta (los de Cartagena: pensad en el Mediterráneo). Habría unas 20 tiendas de ropa, de las cuales (atentos) sólo 4 tenían ropa para hombre. Toma ya discriminación. Había una de ropa elegante, una de ropa de marca, y dos de ropa barata, una en plan fashion y la otra el uni-Q-lo. Y una tienda de calcetines. Sólo de calcetines.


Ayer fue un día entretenido. Demasiado, incluso. Durante el día, los del centro nos visitaron en la escuela de intercambio, y durante un día estuvimos todos juntos. Bueno, eso es mucho decir: las clases estaban en varios pisos, así que tampoco nos vimos tanto, pero al menos nos vimos las caras tras un tiempo. Por la tarde teníamos, en principio, una conferencia en el centro, pero cuando llegamos, atravesando lluvia, viento y frío, nos dijeron que la conferencia no era para nosotros. Viva la comunicación. Entre el cabreo de haber tenido que tragarnos media hora de metro para nada y la lluvia, nos fuimos cada uno a nuestra casa y ahí se terminó el día.

Respecto a hoy, bueno, ha sido otro día más como cualquier otro: examen de kanjis (ración doble, creo que la semana que viene nos acabamos el libro), anuncio de examen de gramática para mañana, y descubrimiento atroz: la profesora que tenemos los miércoles (y los lunes, pero aún no he tenido ningún lunes) es horrorosa. Bueno, a lo mejor exagero un poco: no es tan horrible como la de los viernes en la otra escuela, pero se esfuerza en serlo: no explica nada, hay muchos silencios en clase cuando no sabemos qué decir... no es que no sepamos decir lo que queremos decir: es que no tenemos nada que decir, porque no sabemos qué rayos quiere que digamos. En fin, al menos es simpática, algo es algo.

Humor: Vago. Un color: el violeta.

2 comentarios:

DrJones dijo...

A quien se le diga. Llevo dos días tratando de pillarte por el Skype para recomendarte el UniQlo y vas tú y lo descubres por tu cuenta. Jajaja

Arreis O'Neil dijo...

Qué le vamos a hacer: en cuanto preguntamos por tiendas de ropa barata, fue lo primero que nos dijeron los japos ;)